Que
nadie se lleve a engaños con la idea de que el Presidente es
independentista. No hay más que tirar de hemeroteca y comprobarlo.
Ya desde los primeros tiempos de la Dionisia -la constitución
actual-, fue ofrecido a Cataluña un sistema de concierto económico
semejante al vasco, el cual no fue aceptado, eran otros tiempos y
supongo había otras pretensiones. Y la que no ha cambiado para
ellos, la de siempre, es la de su protagonismo en la capital,
teniendo un número de escaños con el que poder pactar con el
gobierno de turno, así suena mejor, como si la tarea fuera más
difícil, más ardua, como si no empezásemos a tener claras ya, las
vicisitudes de la clase política: unos que pobrecitos, no llegan a
fin de mes, otros que no son capaces de dormir en un hotel que no sea
de cinco estrellas, otros que tienen los nervios tan a flor de piel
que no son conscientes de lo que dicen,otros que pretenden estafar aHacienda y lo dicen con la boca bien llena, otros que sacrifican a su
pareja y se dedican a los mastuvideos... en fin, un drama, los
pobres.
Han
pasado los años y aunque no nadie ha reconocido el error de antaño,
se procura llegar al mismo puerto por diferentes rumbos.
No se dan cuenta que las circunstancias han cambiado mucho, que ese
tren, o barco, ya pasó y lo perdieron, que los tiempos ya son otros,
ni mejores ni peores, no vamos a andar metiendo dedos en los ojos que
está eso muy feo, pero tampoco podemos consentir que se nos engañe
a todos de esa forma.
En
el momento actual, la idea independentista propuesta por el
Presidente no es más que una cortina de humo para evitar que la
gente se fije en la mala gestión llevada a cabo por su partido desde
que tomo sitio en el gobierno, mientras que la gente debata sobre
nacionalismos no hablare la destrucción de empleo o de prestaciones
sociales, por ejemplo.
No
voy a dar ni quitar razones en tema económico a nadie, a la vista
está que estamos inmersos en una crisis global que abarca todos los
ámbitos y niveles, y no son pocos, por no decir todos, los
mandatarios que sobrepasados por los alcances de los acontecimientos
y habiendo caído interiormente, claro está, en la frustración de
no estar capacitado para solucionar el problema, optan por la vía
más fácil, que no es otra que culpar a otros gobiernos de la
situación, vamos, aquellos que vulgarmente se dice: “Entre todos
lo mataron y el solito se murió”
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