Hace
un tiempo en que la idea de opinar sobre la libertad de opinión
ronda por mi terrat -digo terrat haciendo un poco de homenaje a uno
de los culpables de esta idea; hablo de Buenafuente, pero solo lo
aludo, no me centro en el tema y la razón la pueden encontrar en el
video siguiente:
Casi
desde siempre, he creído que, por mucho que la vida cambie, todo es
circunstancial, y que cuando al de abajo lo agravian, solamente acaba
quedando el derecho al pataleo. Siempre lo he visto así, y no
pretendo con mi afirmación que nadie sienta derrota o impotencia, es
solamente saber el lugar que uno ocupa en esta sociedad y tener
claras las armas con que puede contar que sean eficaces. La mía es
esta, no tengo otra para rebelarme.
Hace
años que comencé mi andadura bloguera y encontré en ella muchas
satisfacciones a nivel personal. Mi blog, casi siempre en tono
intimista y de modo personal o adaptando ideas que la vida de manera
generosa comparte conmigo ha ido reflejando el día a día de una
realidad, de aquella a la que yo pertenezco. Después de varios años
y con pocas trabas en el camino por parte del portal -los compañeros
saben de quien estoy hablando, no quiero hacer publicidad- están en
proceso limpieza étnica -criba de contenidos- con la cual han ni tan
siquiera, han tenido la delicadeza de invitarnos a abandonar su casa
con alguna excusa edulcorada -aunque sí a seguir siendo sus
clientes- dicen que, por... no sé que de los contenidos...-
entiendo que son muchas las gigas ocupadas de manera inconsciente
pero con esta actuación, permitánme, arbitraria, atentando contra
la libertad de expresión, contemplada en nuestra constitución.
Si
es cierto, no puedo negar, que algunos de estos blogs no son todo lo
ortodoxos que debieran, y que muchos de ellos utilizan el espacio de
manera indebida. ¡Qué vayan a por ellos, pues!
Está
claro que esa ley que quieren inventarse sobre el mecenazgo, existe
desde que el mundo es mundo, que la cultura y el arte siempre van ha
estar financiados o facilitados por más que por el dinero por el
poder de turno, y con ello, el oficio del bloguero, pierde gran parte
de su sentido. En muchos blogs no encontraremos más que reportajes
o artículos auspiciados por el mecenas de turno y perderemos un
canal importante de puntos de vista ante los acontecimientos. Muy
triste.
En
el día de hoy, dos han sido los detonantes para que yo deje mi
pereza gripal y consiga arrojar todo esto que me quema: Una ha sido
una escena el la serie de sobremesa “Bandolera”, cuando un
periodista se convierte en un mercenario de la información en pro de
los intereses particulares del pagador; la otra ha sido la
declaración de Marina del Corral, toda una secretaria
general de Inmigración y Emigración de
nuestro gobierno que nos da luces sobre el porqué de la emigración
de nuestros jóvenes.
Y
es que ante tal muestra de sabiduría por parte de nuestros
gobernantes, uno queda tan desorientado, que no sabe si marchar al
extranjero o al otro barrio.
Al
final todo queda resumido en un corto dilema, emigrar o morir, sea
por hambre o por indigestión.