jueves, 30 de agosto de 2012

LOS ESCLAVOS DEL SIGLO XXI


En algunas conversaciones con personas que trabajan en la administración pública, escucho con atención sus preocupaciones, gran parte de las cuales radica en la fractura de lo que podríamos llamar hoja de ruta. Si que es verdad que todos hemos escuchado alguna vez aquello de que “Nada es para siempre”, pero puestos a considerar prioridades, seguramente todos tendríamos algún para siempre mejor posicionado. Y es que la gravedad de la situación que estamos pasando, no radica en los recortes de sueldos o servicios. Después de todo, en este país de tópicos -que no de trópicos, aunque bien podría serlo- no podemos obviar el maltrato, la mofa social e incluso el desprestigio que durante años ha sufrido aquellos que trabajan al servicio a la comunidad. Desde aquel “Vuelva usted mañana” de Mariano José de Larra – vamos a dejarlo en Larra- , a que los usuarios de los servicios acaben aconsejando All Bran al empleado público de turno, éste ha sido siempre, el chivo expiatorio de la ineficacia del sistema y de la falta de civismo en general, de esa deficiente cultura social que gastamos por estos lares. Razones todas para quitarse preocupaciones de encima: El colectivo es fuerte, superaron grandes pruebas para llegar ahí, tuvieron incluso el valor de mantenerse cuando la era del Ladrillazo invadió estas tierras, y consiguió crear un atractivo mercado laboral al alcance de la gran mayoría con altos incentivos, que digo... sueldos indecentes... auténticas tentaciones... dejando semidesiertos otros ámbitos de la economía también importantes. Y no es la hecatombe la bajada del salario de un trabajador público, es mucho más que eso: Si se está atacando directamente a las bases laborales del sistema es porque los daños son mucho más graves de lo que cualquiera de nosotros puede estar informado por cualquier tipo de canal, el problema real es mucho más arduo, no estamos solamente en crisis, sino que hemos entrado en una lucha social. Un conflicto colectivo en el que por una vez deberíamos dejar de mirar las consecuencias y empezar a movernos. Hemos vuelto, para bien o para mal, a un punto donde la sociedad entera – básicamente la clase trabajadora- tiene que replantearse muy en serio todos los acontecimientos que están ocurriendo en las instituciones políticas y económicas. Son esas dos castas y no otras, las que se han convertido en los dueños de nuestra estabilidad y de nuestras vidas, cuando en realidad, es que son estos dos grupos los que deben actuar a favor de la sociedad, esa misma que les ha dado el voto de confianza para representarlos, tanto a ella como a sus intereses.
Son ellos, y en una jugada maestra y gestada con tal lentitud que a la gran mayoría no ha sido consciente - incluso algunos todavía siguen en la completa inopia- amparados en la feliz situación que caracteriza Idilicolandia hasta en sus peores momentos, los que han amañado el sistema hasta dejarnos fuera.
No podemos seguir pasivos, sin reaccionar, viendo como en breve serán nuestras piedras o nuestras personas las que se subasten, en un mercado negro donde el único pago visible, será no solo la pérdida de nuestro poder adquisitivo, sino de nuestro bien más preciado, la libertad, convirtiéndonos de manera irremisible en los nuevos esclavos del siglo XXI.

LA SUPERCOPA NOS DARÁ TRABAJO A TODOS

Vuelvo a casa tras mi jornada de trabajo -si, todavía pertenezco a ese club de privilegiados- ¡Qué ironías tiene la vida! Si a los habitantes de Europa de hace aproximadamente tres siglos les hubiesen dicho que el trabajo formaba parte de su estamento, posiblemente hubiesen tenido una razón menos para defender su estirpe...
Durante del camino de vuelta a casa, que acostumbro a hacer caminando, las calles de mi ciudad en esta época del año acostumbran a estar de bote en bote: la gente sentada en las terrazas, en los parques o paseando al fresco. Siempre converso con algún conocido en el trayecto y me dan las tantas. Hoy, esas calles carecían de movimiento, daba la impresión que mis vecinos habían sido víctimas de un ataque químico y que yo era la única superviviente. De repente, escuché un grito que provenía de la ventana de un edificio: “Goooooooool”
Entonces lo entendí todo, la ciudad no había padecido un ataque químico sino uno de futbolitis, todos se encontraban viendo el Real Madrid – Barcelona.
He de reconocer que no es el fútbol una de mis adicciones y quizás por ello, no acabo de entender, como con las temperaturas que estamos padeciendo, tenemos el valor de ponernos delante de una pantalla, de LCD mismamente, con el calor que expele, el cual hay que sumárselo al que ya tenemos en el ambiente, por no contar con nuestra calentita situación, esa que nos pone al rojo vivo -de suspenso- en la mayoría de nuestras tareas como ciudadanos, como estado. Y ante el solitario evento -yo sola ante una luna de tres pares y unos gritos que llegan a ella, me pregunto: ¿Somos realmente una tierra de valientes, como refieren las coplas o es que somos realmente tan simples porque la temperatura nos cocinó el cerebro?
O ¿yo soy la tonta más tonta de todos y no entiendo, como un país puede quedar paralizado por un partido de fútbol?
Ni que los futbolistas nos fueran a arreglar el país... O a lo mejor si... la supercopa nos dará de beber a todos...




martes, 21 de agosto de 2012

CRISIS PROBADA

Pasado el periplo vacacional los esbirros del poder se van incorporando al sistema. Durante un par de semanas hemos disfrutado de una aparente calma en la que incluso la mismísima prima consiguió relajarse.
Me gustaría saber realmente quien mueve los hilos de todo esto, quien o quienes serán aquellos que se hagan con nuestra deuda. Tengo la impresión de que sus identidades están a buen recaudo. Parece que el mundo está empezando a poner algunas cosas en su lugar, todos los pueblos colonizadores de alguna manera, forman parte de esta espiral sin fin que se ha convertido el área económica. Podría decirse que todas las doctrinas a partir del derrocamiento del llamado Antiguo Régimen, están siendo neutralizadas por el poder, poder oculto, poder en letras capitales, y éste, como brazo ejecutor, está no más utilizando a cambio de la promesa de poder seguir jugando a las cruzadas a los grande, la mayoría no son más que individuos simples cuyo único arma de lucha es su ambición y la palabrería. Por otro lado, tenemos esa parte del mundo que no se nombra, que no ha entrado en crisis porque hace siglos que entró en ella, cuando los pueblos ahora esclavos del poder oculto, vapulearon y expoliaron sus pueblos hasta la saciedad, bajo la excusa de la cristianización o la civilización.
Muchos de ustedes saben de que estoy hablando; los que no, aprovechen el tiempo que nos queda y a lo mejor, empiezan a entender las razones de esta crisis brutal que nos asola.


domingo, 19 de agosto de 2012

VUELVE MR MARSHALL!



Pienso en es intervención -sin eufemismos- de la que todos hablan, escriben, opinan y un sinfín de verbos relacionados.
Yo entiendo que no hablamos de un préstamo aunque algunos quieran que sea así como lo vemos. Voy a poner un ejemplo sencillo, que es de la única forma que yo puedo expresar lo que yo entiendo. Cuando los países pudientes realizan intervenciones militares en países con algún riesgo, ¿porqué lo hacen? Entiendo yo, en mis justas luces, que como las naciones no son oeneges, lo hacen por la pasta, así de claro, así de feo. Se buscan una escusa bonita, que limpie sus conciencias, o van al cura y se confiesan por los posibles daños colaterales que puedan ocasionar, como en las películas, más o menos. Una vez en el pueblo de turno, imparten orden, en la mayoría de las ocasiones a golpe de bala, y a mandar. Y a instaurar democracias. Y a rehacer todo eso que han desecho, los ellos o los otros, da igual, a más destrozo, más negocio. Y todo esto, en nombre de la paz, vamos, lo que seguramente, sino destrozamos esto antes de la hora, acabará conociéndose como “Las cruzadas del siglo XXI” o algo similar. A partir de ahí, las grandes empresas, lo mejor de cada casa, abalados por la garantía de sus estados, endeudaran a los susodichos territorios de por vida. Ante este tipo de agresiones, los más graves episodios de los grandes colonialismos, no son más que una lección de parvulario, comparado con lo actual.
En estos momentos, parece que la crisis ha frenado un poco las dichosas intervenciones, con lo que los territorios en desgracia no padecen más que por la propia y son pobres -por el daño propio- pero no triplemente pobres : por el daño propio, por el colateral y por el de la deuda que con los del colateral, acaba creándose.
Volviendo a la intervención monetaria, y partiendo de la base de que no es un préstamo. ¿Qué tributos tendremos que pagar? ¿Quienes serán los encargados?
Señor@s, no estoy hablando de dinero, ni de los tristes pagadores -que siempre resultan ser los mismos- ¿será que por fin aunque a golpe de fuerzas extranjeras vendrá alguien a poner orden?
¿Dejaremos de ser por fin este país conocido por la siesta y las castañuelas y la permisividad? ¿Conseguiremos que se nos tome en serio?
Si el precio del dinero es un barrido de todos esos tópicos y realidades que tanto daño nos hace, bienvenido sea, aunque tenga que venir el Mr. Marshall de turno. No podemos seguir siendo el hazmereir del mundo, con esos políticos elegidos por el pueblo que no velan más que por ellos mismos, con esa casa de muñecas que ya no se molesta en disimular que su sangre es tan roja como la del resto, con ese miedo de reivindicación que nos está haciendo perder no solo aquello que hemos ganado en estos últimos años, sino también nuestra cultura y nuestras tradiciones que se van esfumando mientras proliferan otras ajenas, que ya nosotros habíamos erradicado hace siglos, Mientras aguantamos cobardemente – tolerantemente, diríamos ahora- , portándonos como ricos, cuando no es así, a todos los niveles, y todo a costa de nuestro estatus y siendo la culpa, únicamente, de nosotros mismos.

viernes, 17 de agosto de 2012

IDILICOLANDIA O EL PAIS DE LOS EUFEMISMOS

De nuevo recuerdo a aquel rapero o hiphopero, no sé, la verdad, es que como de todo en general, pues sé lo justo, no soy ninguna lumbrera intelectual ni personal, siento que soy un ejemplo fidedigno de aquello que los americanos denominarn “ordinary people”.
Sin salirme del tema de los... intérpretes, para no pecar de género, me centro la calificación del gran eufemismo en que se está convirtiendo este país, donde hace años que padecemos una auténtica guerra encubierta, cuyos actos bélicos se denominan terroristas y en la que los daños colaterales son víctimas. Ya está bien... ¿Porqué nosotros que tanto cartel nos damos de claros y directos, de presumir a boca llena de llamar a las cosas por su nombre no empezamos a hacerlo?
Por comodidad, por haraganería, ¿como no nos va a ir como nos va? Es mucho más fácil para nuestros gobernantes -los de ahora, los de antes y los de hace cuarenta años- culpabilizar al pueblo de turno de todos los hechos en lugar de dialogar, empezar a portarse como un auténtico gobierno y empezar a poner orden y solucionar problemas.
Y además, como se da el caso de que tenemos una etiqueta que dice que somos democráticos, el diálogo ha de ser así. Y si el marco legal no nos acompaña, pues entre todos, DEMOCRATICAMENTE, lo cambiamos, y “aquí pan y después gloria”, sin dramatismos ni numeritos patrióticos que no son más que alimento para esa parte que todavía no se ha dado cuenta que además de no pertenecer a la clase que puede solucionar, se cree en el derecho de permanecer pasiva, esperando a que los demás solucionen sus problemas, mientras que ellos, no tienen ni tan siquiera mediante la aportación de su conducta cívica al día a día.

sábado, 11 de agosto de 2012

EVASION DE CAPITALES Y MORALES


La pregunta ante la situación podría dar respuesta a la posible búsqueda de culpabilidad o si ésta, ha sido adjudicada "al azar". La respuesta variará de manera notoria dependiendo del origen –básicamente social- de nuestro entrevistado o interlocutor.
Primero se nos dijo que los consumidores, que este colectivo, del cual creo nadie queda excluido, tenían la culpa, que habían gastado por encima de sus ingresos.
En respuesta a ello primordialmente, se culpabilizó a los banqueros y a su mala praxis en la concesión de créditos, sin considerar que ellos no son ni puericultores ni pedagogos de sus clientes, sino meros mercaderes.
En la rebelión de los usureros se dio un golpe de efecto certero donde fueron los políticos en su labor legisladora, con las leyes establecidas hasta ahora, los verdaderos artífices de todo esto revuelo. Nadie hasta el momento se había dado cuenta que con los poderes establecidos –eso que algunos llaman dictocracia, nadie se mete y entra bien recibido.
A partir de ese momento fueron declarados culpables todos los siervos del pueblo, pero los que son gente, los que trabajan duro, no los de arriba, no esos que nosotros hemos elegido para que nos ayuden a suicidarnos -aunque suene duro es así- los más débiles acabaran haciéndolo, los supervivientes entraran a formar parte del suicidio social al que no están abocando nuestros mandatarios electos. ¿Que a que venía lo de dictocracia? Muy fácil, no es más que la definición del falso estado de derecho que tenemos en el Pais de las Hadas, un estado donde la instauración de la democracia no fue más que una estrategia dentro del juego de poder para afianzar por medio de un referéndum los poderes establecidos hasta ahora, eso por un lado, y por otro, conseguir el convencimiento total de la población de un supuesto cambio para evitar levantamientos. Han tardado años pero lo han conseguido.
Por lo tanto, lo único que queda claro en todo este proceso político-económico es que dentro de los márgenes políticos establecidos no quedaría más solución que crear una tendencia política lo suficientemente valiente como para recortar desde el mismo poder, a su propia saga, consiguiendo a la vez, una garantía de continuidad. Partiendo de un mínimo de estabilidad política y social, los elegidos podran ir trabajando en el marco de algo parecido al constitucional, eso si, con reservas, con algunas reservas. Por y para el beneficio de todos, debe existir una revisión exhaustiva de todo aquello referente a la igualdad entre las personas, no siempre las igualdades son justas, ni a la baja ni a la alta; no se puede seguir consintiendo que seamos conocidos por un lugar en el sol donde prima la permisividad en todos los sentidos. Y eso no es hablar de dictadura, eso es hacer justicia. Debemos aparcar la dictocracia del pelotazo, culpable (¿he dicho culpable?) de muchos de esos males que adjudicamos a los bancos -porque se han inventado dinero y se han cubierto las espaldas-; a los políticos -porque han entrado en una espiral oligárquica propia de otros lugares y momentos- y han dejado de trabajar por una pluralidad real; a los consumidores, -que somos todos, como Hacienda- que han rebasado el límite del multidesarraigo, ignorando su origen y posibilidades, sintiéndose merecedores de todos los derechos y exentos de todas las obligaciones.
Sintiéndose todos víctimas de un sistema que se ha creado y refrendado con la excusa del miedo y cuyo principal motivo es la dejadez, la impasibidad del soñador, del que vive al margen de la realidad, estando en la disparidad constante, esa que solo es capaz de albergar todas aquellas mentes vulnerables,manipulables por cualquier sector, por la formación básica ineficaz o inexistente, esa que sin ser nos hacer creer y que un día de vuelta a la realidad, nos da un golpe certero y mortal en la frente.
Ese es el momento, y esa, la gran mayoría de nuestra gente, inconsciente, evadida de capital y de moral.

jueves, 9 de agosto de 2012

LA CRISIS SOBRE ALGUN MODELO ESTABLECIDO

Son muchos los que todavía no han tomado conciencia de la magnitud y gravedad de los hechos:
Por un lado tenemos esa crisis multisectorial enmascarada básicamente bajo el capote económico y por otro ese latente analfabetismo cívico que por la razón que sea tenemos por estas tierras.
Lo nuestro no es de un día ni dos, ni tampoco podemos culpabilizar al ladrillo, a los banqueros y políticos. Todo empezó mucho antes pero nuestra latencia nos impide ver nuestras carencias, razón por la cual, será mucho más difícil llegar a ver la solución. Somos un pueblo fácil de engañar, de manipular, un pueblo que vive en una crisis constante, sobretodo de identidad, porque no nos conocemos y si no nos conocemos no podemos aceptarnos.
Hace ya muchos años nos vendieron una democracia pactada donde nosotros mismos dimos legitimidad a los poderes endémicos, enagenados por los acontecimientos y sin ser conscientes del verdadero rumbo de nuestros destinos. No hemos hecho otra cosa más que seguir cortinas de humo precisas y oportunas que los gerentes de turno han ido lanzando sobre el negocio. Los gerentes de turno no son más que las generaciones de poderes anteriores con alguna variación.
Las clases desfavorecidas no han cambiado. De ellas, solo los más antiguos pueden de momento o han podido contar con una vida difícil pero en progresión positiva. El resto no tendrá tanta suerte. De ese resto, una parte saben que su vida ha estado enmarcada en una crisis constante, donde el sacrificio empezó en la cuna y el penar todavía continúa. Las generaciones posteriores, esas que nacieron con los supuestos cambios de régimen, han sido los más beneficiados de toda esta aura de modernidad que en un momento determinado invadió nuestra sociedad y si nada ni nadie lo remedia, van a ser las víctimas más sangrantes de todo que queda por venir. La gran mayoría de este colectivo fueron tocados por una de las cortinas de ilusión que les hizo creer que un titulillo y el empleo ganado en un momento que el sistema estatal tenía mala prensa, y se había convertido en un lugar donde todo un alubión de buenos para nada consiguieron su puesto en el mundo, haciendo de sus torpes habilidades las pesadillas del machaca de turno. Otra parte de esa generación todavía corrió peor suerte, aquellos que durante la cortina del ladrillo llegaron a tener sueldos más abultados que muchos con verdadero oficio y que pasado el humo, quedaron colgados de algunos sahumerios adicionales que llenaron nuestro cielo.
Esta misma tarde me explicaba un vecino su último viaje a Atenas. Por un lado, me estaba poniendo los dientes largos, explicando los detalles de un crucero, pero por otra, me estaba dando verdadera pena, porque era incapaz de relacionar la dejadez de la capital y los vagabundos que explicaba que llenaban las calles tuviera alguna relación, directa o indirecta, con los acontecimientos que allí se están viviendo. Y yo que justamente le había preguntado para ver nuestro futuro... No se si sentí más tristeza por la situación allí vivida o por la gran posibilidad que tenemos de padecerla en un futuro, que por la ignorancia de mi vecino, ejemplo del grupo del titulillo y el pelotazo. Y viendo este tipo de reacciones, es cuando me doy cuenta que es a pulso y con alevosía que nos estamos ganando todo esto. Son muchas las razones: Políticamente nos hemos dejado manipular, hemos hecho gala absoluta del refrán “Dame pan y dime tonto”, cosa que me parece una inmoralidad, una dejadez generalizada como pueblo y individualizada de manera personal. Por otro lado, siento irreverencia ante los poderes acomodados y los órganos que han ayudado con nuestra participación ciudadana, a consolidarlos. Siento verdadera consternación por todos aquellos que no han perdido nunca el contacto con la tierra y han luchado con esfuerzo cada día por salir adelante, por todos aquellos que no han olvidado quienes son y de donde vienen, porque finalmente, serán -seremos- los más perjudicados, siendo protagonistas de una lucha sin tan siquiera la esperanza de obtener la supervivencia.

sábado, 4 de agosto de 2012

EL PRECIO DEL RESCATE, INTERVENCIÓN O COMO QUIERAN DENOMINARLO


Nuestro día a día se ha convertido en un eufemismo de dimensiones gigantescas. Y es que el país ha llegado a un punto en el que parece que por fin, empieza a dudar de todo aquello que se supone lo protege y ampara. Y es cada día está más extendida la idea de un País de las Hadas, o Idilicolandia, según los estratos, está terminando... Creo recordar a una compañera bloggera, que en uno de sus post reflexionaba sobre el estado del mundo y comentaba que cada día le parecía más estar inmersa en una de esas historias, donde la existencia de un personaje oscuro que maneja el mundo a su capricho, se convierte en la pesadilla real del héroe de turno. Y puestos en el tema, a mí cada día me da más la impresión, de que aquella unión formada tras el desastre por grandes visionarios, ha ido mutando su idea de lugar pacífico y próspero para seguir siendo tierra de visionarios, pero esta vez, de muy distinto calado: Los de ahora parecen haber olvidado los principios básicos, dan la impresión de ni tan siquiera conocer la historia más cercana, han vivido en un sueño de grandeza jugando a ser los reyes de mundo, obviando por completo pasajes de nuestra historia que de tenerlos en cuenta, habrían ahorrado mucha tensión – pareciese todo esto un teatrillo, teatrazo por el presupuesto- creado a la medida de los que ahora son los poderosos, para justificar el sueldo. Es como si nos encontrásemos en una montaña rusa, el Shambhala, por ejemplo, y después de tocar el cielo y creernos dioses, descendemos hasta las hondas depresiones, como un sueño de niño pobre, más o menos, ¿Cómo todavía muchos de nosotros no nos hemos dado cuenta de ello?
La obra social de la Unión ha terminado y ahora es tiempo de pagar todo el sueño. El retroceso puede llegar a ser brutal, y no hablo de pesetas y euros. Voy mucho más lejos, pareciese por momentos, encontrarse uno viviendo, en aras de los romanos, pues tras haber conseguido la extensión -no voy a pensar mal y no voy a creer que era su objetivo el retroceso- el precio a pagar será tan alto como el que en su tiempo pagaron todas aquellas tierras no siendo Roma – ahora no es Roma- llegaron a formar parte del imperio. Socialmente cada día somos más parecidos a ellos, patricios y plebeyos de momento, aunque la esclavitud aunque encubierta, está a un paso, siendo el depósito dinerario central el patricio y el esclavo pasará a ser el rescatado.
Una intervención puede convertir de un plumazo a un país libre – un de igual a igual- en un vasallo y a sus habitantes en meros esclavos.
Realmente ¿Vale la libertad el precio que nos están ofertando?EL PRECIO

miércoles, 1 de agosto de 2012

RECORTES DESACERTADOS

Este es uno de los últimos correos que he recibido, en caso de ser cierto, creo que es de interés general.
Os invito a conocerlo



Comparemos el concepto “112 ALTA DIRECCIÓN DEL GOBIERNO DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA” de:
 
 
 
SÍ SEÑORES, la partida en concepto de ALTA DIRECCIÓN DEL GOBIERNO DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA pasa de 22.026.260 € a 56.639.630€!!
Casi 3 veces más
¿Y luego nos piden sacrificios?
¡¡SINVERGÜENZAS!!